Resumen
Durante su evolución, el género Homo necesitó utilizar variados gestos motrices para sobrevivir. Sin embargo, los humanos no somos particularmente ágiles, ni fuertes, ni
veloces. Por el contrario, nuestro cuerpo presenta adaptaciones que llevan a hipotetizar que evolucionamos como corredores de resistencia. Esto, junto con la incorporación de una dieta de mayor calidad, serían los principales determinantes de nuestra supervivencia como especie. En este trabajo se describen las particularidades anatómicas presentes en Homo sapiens que sustentan esta hipótesis. Finalizamos con algunas reflexiones sobre la perspectiva evolutiva y el desafío que suponen las enfermedades crónicas en la actualidad.