Resumen
La práctica regular de ejercicio físico tiene beneficios ampliamente corroborados sobre el nivel de calidad de vida del adulto mayor. Las actividades normales de la vida cotidiana como vestirse, levantarse de una silla o subir escaleras requieren de un grado de independencia funcional que sólo es posible cuando los individuos presentan una aceptable condición física. La determinación objetiva del rendimiento de las diferentes capacidades motoras se convierte pues en una necesidad, en tanto que permite establecer los programas de ejercicio más apropiados para los adultos mayores y ayuda a comprender
el nivel de relación que presenta con la calidad de vida que estos manifiestan.
La comprobación de la condición física en este sector de la población se realiza con una prueba objetiva validada a nivel internacional, confiable y adaptada a las posibilidades de los individuos mayores como el Senior Fitness Test.